Nos miramos a los ojos.

La meditación tántrica es una técnica muy poderosa con un efecto profundo de renovación interior y alivio de la carga mental. Esta meditación en grupo es profunda, y a veces, desafiante. Nos sentamos en frente de un compañero, y seguimos las instrucciones dadas por la maestra, que suelen incluir una postura de yoga, un gesto con las manos y un mantra. Su tiempo de duración varía desde 11 a 62 minutos. A lo largo de la práctica se crea un ambiente de profunda paz y apoyo mutuo.

Durante la meditación, la mirada es el ancla fundamental. Meditamos en el otro. Cuando nos miramos a los ojos pasan muchas cosas, se genera otra visión. La polaridad va perdiendo extremos y nos acerca, purificando ese "estar por encima o por debajo" del otro. El mantra y los músicos ayudan a ese acercamiento.

El objetivo es ir suavizando el miedo a mirarnos.

¿Por qué la ropa blanca y la cabeza cubierta?
El blanco contiene todos los colores y potencia nuestro campo electromagnético. Al cubrirnos la cabeza estimulamos el funcionamiento de los centros superiores de conciencia relacionados con las glándulas pituitaria y pineal y esto nos permite tener una experiencia más profunda y de sanación. A la vez que nos evita dolores de cabeza durante la meditación.

 Lo más hermoso de todo es que, siendo una tecnología tan sofisticada, no requiere de experiencia previa en Yoga. Todos y todas pueden participar.

La biodanza es una práctica que combina música, movimiento y emociones para promover la autoconfianza a través del movimiento y la interacción con un otro.

 Nos recuerda que estamos vivas, que podemos disfrutar de la vida y conectar con el juego y la alegría que nos pertenecen. En biodanza, no hay pasos, coreografías ni manera de hacerlo bien o mal. Sólo nos movemos, sacudimos, saltamos dispuestos a soltar todo aquello que nos pesa y se queda instalado en nosotros en forma de bloqueo físico.

En una sesión podemos liberar una alta cantidad de estrés y expresar las emociones de una manera saludable, para luego, poder retomar la cotidianedad desde un lugar más ligero.

Karmeta mezcla todo su conocimiento para integrar en las sesiones de Biodanza-energética un profundo trabajo corporal, energético y emocional.

Kirtan es una práctica donde se mezclan el Bhakti yoga (la devoción), Jñana yoga (la sabiduría) y Mantra yoga (el sonido); para conectar con el amor incondicional de nuestra alma.

Cantamos mantras para practicar el silencio mental, desenredarnos, traer verdad a nuestras vidas. Es la herramienta que utilizamos para que la mente salga de un lugar de conflicto. Para que sea útil para la mente, necesariamente el mantra tiene que hablar Verdad. Hablar Verdad significa hablar sobre todo aquello que no nace y no muere, que no cambia ni se ve influenciado por el tiempo.
El canto devocional despierta emociones vinculadas al espíritu.

Este Bhakti Yoga tiene como fin o anclaje estar en contacto con la rendición. Manu Om tiene muy claro ante qué se rinde; ante el Amor. Y así, con su sabiduría y su música, transmite sus enseñanzas, recordándonos constantemente que el miedo es lo único que no cabe en la devoción, y que entrar en contacto con el Amor, siempre crea belleza.

Acompañado de los ritmos de Jaume Cata, el inconfundible violín de Sukhdev Prasad Mishra y la dulzura de Ana López (Karuna) en la voz.

El Temazcal es un milenario ritual indígena de purificación.

En una cabaña de avellano que representa el vientre de nuestra Madre Tierra y en cuyo ombligo se colocan las abuelas piedras, entramos nosotros para volver a ser otra vez niñxs inocentes. Dentro de este vientre nos reunimos con plantas aromáticas para agradecer y bendecir la vida, y todos juntos compartimos el misterio de la oscuridad, como en el interior de la matriz, un momento de profundidad en el Universo. Se coloca agua sobre las piedras calientes para recibir la bendición de las mismas y esta nos es regresada en una forma mucho mas liviana, pues el agua vuelve a caminar entre el aire en forma de vapor, generando calor y liberando nuestro cuerpo de todas las toxinas que no necesita.

Salir del Temazcal representa simbólicamente un nuevo nacimiento, esta vez, recuperando la mirada inocente que nos conecta con la pureza del corazón y nos dispone a vivir estos días de retiro con menos carga.

Volver a la Tierra, a lo sencillo y poderoso, conectar con el Gran Misterio y adentrarnos en la oscuridad acompañados. Esto sí que es Medicina.